El PRI es detenido por la Alianza


La restauración frenada
Si algo caracteriza a la transición democrática mexicana es su exasperante aunque aterciopelada lentitud. Diez años después de que el PRI perdiera las elecciones presidenciales todavía estamos enfrentados a la sólida presencia de un enorme espacio territorial dominado por gobernadores del antiguo partido autoritario, que controlan sus dominios a la manera en que lo hacía antes el presidente de la República. La transición se encuentra entorpecida debido a que, si bien en el año 2000 fue clausurado el parque jurásico del antiguo régimen, los dinosaurios que allí medraban andan sueltos sin un presidente que los controle. Ahora luchan denodadamente por manipular al partido, ganar influencia y eventualmente llegar a la presidencia en 2012.
Texto completo, publicado en la edicion de Agosto de la Revista Letras Libres
http://www.letraslibres.com/index.php?art=14824
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