Banquete de Opinión

Son las 19 horas con 17 minutos del 15 de septiembre de 2014 y me siento indiferente al grito de independencia de la medianoche, aunque definitivamente ya me estoy saboreando ese pozole con quesadillas de sesos, no tengo la fiebre tricolor que percibo en las calles. Hace mucho que no festejó un 16 de septiembre con la euforia necesaria, o mejor dicho, con la euforia multitudinaria. Ahora que lo pienso quizá el único atractivo real para mi de este día, es la deliciosa comida de nuestro país, de ahí en más creo las fiestas patrias se han convertido en excesos y gritos dispersos. La música latina no es de mi preferencia, no me gusta ponerme borracho, no me gustan las reuniones con más de 2 personas y además no como picante, en pocas palabras hoy es uno de esos días en los que debo hacer un esfuerzo por convivir. Lo anterior suena muy amargado, así que debo hacer algunas aclaraciones pertinentes. Yo adoro mi país y trabajo desde mi trinchera para que sea mejor, la cultura de México es tan