La chuza de Peña Nieto en el PRI.

Este PRI, el que se dice renovado desde hace 10 años, pero que no presenta ninguna variación ideológica ni de conducta y que con la sola presencia de una renovada mercadotecnia se hace pasar como “nuevo”, está supeditado enteramente a las decisiones de Peña Nieto, virtual candidato presidencial y de su ahijado Humberto Moreira, presidente del partido, ambos han barrido con cualquier aspiración de cualquier militante por lograr la candidatura y han impuesto mediáticamente a un candidato de “unidad” a la presidencia.

Sin duda la idea de “liquidar” la competencia de Peña Nieto nace en el PRI del Estado de México, en las figuras de poder PRI istas como Carlos Salinas y Beatriz Paredes, que acepta el limpiado de terreno para el mexiquense, mas como disciplina partidaria que convencida, ya que implicaba para ella sepultar sus propias aspiraciones.

Un elemento fundamental para Peña Nieto en busca de la chuza era encontrar en la sucesión del presidente PRIista un perfil afín, dócil y sobretodo que le debiera el cargo, es decir alejado de lo que Beatriz Paredes representaba. Encontrándolo paradójicamente en un precandidato presidencial, Humberto Moreira, que se baja de la carrera inducido por los afines a Peña Nieto planchándole la silla PRIista y asegurándole ser el artífice y el presidente que le devolvería al revolucionario Los Pinos, algo así como lo que AMLO prometía a sus cercanos, prácticamente ya iba repartiendo puestos en la campaña, lo paradigmático en el PRI es que Peña Nieto aun no es el candidato oficial y muchos ya se saborean un hueso federal.

El 4 de marzo en un evento característico PRI ista (lleno de acarreados estrenando playeras rojas) Humberto Moreira toma el cargo y como ya lo había hecho semana atrás, justo después de su elección, comienza con su discurso golpeador logrando en principio liquidar los canales del diálogo con PAN y PRD en virtud de reformas pendientes en el Congreso, lo que refleja que no llega a ser presidente de un partido y si un jefe de campaña.

La tarea de Moreira es cuidar y servir de guardaespaldas de Peña Nieto fuera y al interior del partido, pues ambos han tirado todos los pinos y el único pino de pie es, Manlio Fabio Beltrones, que cuenta con la fortaleza para no ser derribado por la maquinaria antidemocrática de Peña Nieto característica del viejo PRI.

A falta de un Tlatoani que por la facultad PRIista del “dedazo” nombre al elegido, Peña Nieto ha contratado los servicios de Televisa para que vía una gran campaña publicitaria, sea “dedeado” y que inmediatamente corra dentro de las filas revolucionarias la disciplina totalitaria ante el mesías, esto ya lo vivimos en nuestra historia del Siglo XX, lo quiso hacer un residuo de ese viejo sistema en el 2006 con el PRD llamado AMLO y hoy con el discurso de un nuevo PRI del Siglo XXI Peña Nieto ayudado por Moreira retoman esa vieja actitud adaptándola en el nuevo partido, según ellos pregonan.

Liquidan las aspiraciones de nombres importantes en el PRI como el mismo Humberto Moreira que dócilmente reculo, Beatriz Paredes, Fidel Herrera, solo faltando la declinación de Beltrones en virtud de la “unidad” partidaria en beneficio de un hombre, de un estado donde el partido ha gobernado más de 80 años ¿Esto es democracia? ¿Esto es el nuevo PRI?

La chuza de Peña Nieto en el revolucionario está a punto de ser concretada, como dije antes, Beltrones es el único pino de pie y es tal vez el engaño que legitimaría un discurso de elección democrática del candidato. Un proceso que el PRI no quiere transitar pues no es su costumbre y ante el recuerdo de intentos anteriores, ellos privilegiarán la “unidad” tratando que Manlio decline antes de verse inmiscuidos en una votación que los podría dividir, pues su naturaleza no es el acuerdo.

Moreira, como Leonel Cota en 2006 con AMLO, solo tiene que cuidar el terreno del elegido Peña Nieto, aunque implique pasar por encima de la militancia de su partido, de principios, de la congruencia, de la democracia, de la sociedad solo en virtud de un hombre. Algo que para el PRI no será difícil pues es parte de su naturaleza, la chuza antidemocrática

www.twitter.com/carlosdecimo