Carta a Enrique Peña Nieto

Carta a Enrique Peña Nieto

Por Juan José Rodríguez Prats
















Me permito escribirle como simple mexicano y ciudadano, y por la preocupación que me generan algunas de sus afirmaciones que hace usted en su último informe.

Me dirijo a usted en su calidad de candidato, porque no tengo ninguna duda que así será, dado que el PRI siempre ha postulado al que puede ganar, no al que pueda desempeñar mejor el cargo en disputa.

Dice usted: “es falaz y doloso hacer creer que la llegada de un partido distinto al que actualmente ostenta la presidencia de la república, sea una regresión de nuestra democracia y exhorta: desterremos los reclamos y recriminaciones del pasado. Veamos hacia delante para tener rumbo y parar la parálisis. El proyecto de futuro no pasa por la restauración del viejo régimen”.

Qué bueno que reconoce que hay parálisis, porque ésta la propicia su partido, que ha obstruido cualquier reforma seria para reformar a México. Las últimas reformas trascendentes que se hicieron en México, corresponden a la LIV y LV Legislaturas, cuando gracias a la madurez y sensatez del PAN, se regresó la banca a los particulares, se acabó la relación hipócrita entre iglesia y estado, se reconoció que no había más tierra qué repartir, se firmó el tratado de libre comercio, se hicieron reformas en economía y en política que fortalecieron la autonomía del Banco de México y el avance en materia política. Propuestas del PAN desde su origen.

Yo le pregunto: si los papeles hubieran estado invertidos en la LVII Legislatura, ¿el PRI hubiera aprobado, como sí lo hizo el PAN, por su compromiso con México, la absorción por parte del estado de la deuda del Fobaproa? Desde luego que no, y el país se hubiera hundido en una profunda crisis. Prueba de lo anterior, es cómo su partido, después de que el año pasado aprobó reformas fiscales con su voto, ahora amenaza, no teniendo palabra, con cambiar de actitud. Prueba de ello, es la manifestación expresa de que van a este periodo de sesiones, no a legislar, sino a vengarse. Eso constituye una bofetada al pueblo de México. Desafortunadamente, el legislador mexicano ha sido vencido por la realidad, ésta, ya hace rato, ha desbordado los cauces legales y por lo tanto, debilitado el estado de derecho.

No, señor Peña Nieto, la alternancia no es mala, ni el PAN se creó para aferrarse al poder, como sí lo hizo el PRI, lo grave es que regrese el viejo PRI al que usted pertenece, y eso sí constituye una seria amenaza para México. ¿Por qué me atrevo a afirmar que usted pertenece al viejo PRI? Por las siguientes razones:
1) Usted ha hecho un mal manejo del presupuesto, para destinar enormes recursos para su promoción personal. Basta ir al Estado de México, para ver su ostentosa campaña en espectaculares, los cuales, ¡qué talento Señor licenciado! se cargan al costo de la obra, como si fuera gasto de inversión, siendo gasto corriente y ¡qué corriente, señor candidato!

2) Usted es cómplice de su tío, Arturo Montiel, siendo funcionario de él como gobernador, en un área clave en el manejo de recursos y aprobándole como Diputado Local, presupuestos y cuentas públicas. Sí, tiene usted razón, el pasado no nos debe atrapar, pero el mayor mal de México, es la impunidad y usted en eso, es un campeón.

3) Se le vio a usted en toda la República apoyando a los más repugnantes y viejos caciques en diferentes estados, lo cual refleja su enorme pasión y obsesión por el poder, sin importar cómo obtenerlo.

4) Usted como político, sostiene las tesis más anticuadas que corresponden al viejo sistema, no tiene usted mensaje, ni simboliza usted una esperanza, es lo peor de lo mismo y todos los días lo confirma.

5) Cuando ya en México se transitó de un sistema autoritario con un presidencialismo exacerbado y un partido hegemónico a un sistema con presidencialismo acotado y con real competencia de partidos, el PRI continúa con sus prácticas antidemocráticas y sin que tenga democracia interna. La prueba de ello, son las notables deserciones ante cada proceso electoral. Ahí está nuestro mayor rezago, el PRI no ha asimilado el cambio, sin duda pasará a la historia, como el partido más reaccionario y retrógrada.

6) Sus intentos por evitar alianzas habrán de ser condenados por la ciudadanía, no tiene usted absolutamente idea, de lo que es la historia de México, porque ya debería de saber en este año del bicentenario, que nuestra patria arrancó con una alianza de dos adversarios y se concretó en el famoso abrazo de Acatempan. Los unía el interés por crear una nación; en el caso del Estado de México, se darían alianzas para romper su cacicazgo y el gobierno corrupto que usted encabeza.

7) Habrá usted de designar en los próximos meses, a su sucesor. Lo reto a que demuestre que estoy equivocado y su partido instrumente sin simulaciones, y sin maquillajes, procesos democráticos auténticos.

México requiere de demócratas, aunque ya la frase, por trillada, la deberíamos obviar: y usted no es demócrata sino un simple producto de la mercadotecnia electoral y candidato evidente de la ultraderecha.

Sí, el mejor historiador del PRI sigue siendo Augusto Monterroso: “cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí”.

Señor, el que está despertando es el pueblo de México y por desgracia usted es el dinosaurio.

Esa es mi peor pesadilla y como diría Dehesa q.e.p.d.: “¿qué tal durmió?”

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