Peña Nieto replica de AMLO.
Publicado en Red Siete el 9 de Mayo 2011.
La disidencia de Peña Nieto en el PRI se silencia y se compra, o simplemente se somete conformando una “unidad” insostenible, las condiciones en las que está basada su popularidad impiden el crecimiento de otro candidato dentro del partido con la excepción del Senador Manlio Fabio Beltrones, que cuenta con un nicho de poder importante como la Presidencia del Senado de la Republica. No existen ánimos por buscar mejores perfiles, proyectos con mejor visión, trayectorias con mayor experiencia o personajes con resultados positivos comprobables, en el PRI ya se decidieron por el Gobernador del Edo. Mes. Pues la militancia ve en Peña Nieto lo que muchos veían en AMLO en el 2006, la opción real de poder y de trabajo burocrático en el 2012, torpemente muchos ya se comportan como si ya hubiesen ganado, como muchos PRDistas hacían en 2005.
AMLO en el 2006 utilizo al partido, alejándolo de las mejores prácticas democráticas, en virtud de la aversión a la crítica, dejando constancia de ello, día a día con sus declaraciones. En el caso del Gobernador Peña Nieto ha ido más allá, modificando la legislación local a su conveniencia e incluso proponer dentro de una reforma política la clausula de “gobernabilidad” que no es otra cosa que el síntoma del retorno al partido hegemónico, en donde no siendo es votado por la mayoría y si tiene una mayoría legislativa que le permite al Ejecutivo gobernar sin oposición, un ejemplo es, en un caso hipotético habiendo obtenido el PRI el 30% de la votación, podría según esta clausula, tener mayoría legislativa, increíble¡.
AMLO desde 2006 demostró cínicamente que quienes no estaban con él, estaban en su contra, por lo que a la menor critica sus seguidores salían desbandados para gritar y exaltarse por la imagen inmaculada de su líder. Hoy las filas de Peña Nieto no permiten el menor dejo de crítica, incluso algunos han llegado al extremo de señalar que la crítica no debería hacerse, aunque lo métodos no han sido los mismos, en el caso del Gobernador las criticas a torpezas y hasta corruptelas graves, han sido soslayadas con la ayuda de la televisora, que ha implementado lo aprendido en los errores de AMLO, fundamentalmente errores en el discurso, como los ha tenido Peña, por lo que es celosamente protegido en los ambientes donde se presenta y sus textos revisados cuidadosamente por el departamento de mercadotecnia en el Edomex.
AMLO y Peña Nieto tienen actitudes similares, dignas del viejo régimen, no es raro pues ambos nacen bajo el auspicio de las mismas prácticas arcaicas del PRI, donde si percibo una diferencia clara es en los riesgos que se corren con estos personajes, definitivamente Peña Nieto no es un peligro para México en su conjunto, como se le denomino a AMLO, el caso de Peña Nieto es un claro riesgo para las libertades democráticas, un riesgo para los avances políticos y sociales que hemos logrado y otros que ya están encaminados.
La cuna del PRI enrarece los objetivos en la política, aunque reconozco elementos valiosos en ese partido, la línea central que rige él mismo y que hoy alienta a Peña Nieto, tiene un solo fin, el poder y su administración. Por ello no es extraño ver como AMLO y Peña Nieto “coinciden sin quererlo” el último ejemplo de lo anterior es como ambos pugnaban por dinamitar la Alianza en Edomex.
Los observadores de la política sabrán que en democracia nada está decidido, AMLO que vivió el hecho, de siempre estar en ambientes protegidos y que al saltar a la campaña no pudo controlar sus ímpetus evidenciando su carencia política y cayendo dramáticamente, podría dar cuenta que las grandes ventajas se caen con una declaración. Peña Nieto que se jacta hasta de una banqueta arreglada y de los parques con bancas rojas, tendrá q salir en algún momento de la burbuja en la que lo tienen, ahí veremos un poco del verdadero Peña Nieto, muchos que han tenido el placer en algún evento imparcial, relatan su poca imaginación a preguntas espontaneas, ya veremos.
En el 2005 Andrés Manuel Lopez Obrador parecía imparable rumbo a la presidencia en 2006, sus números en las encuestas parecían inalcanzables, sus acciones y sus dichos tenían un impacto contundente en los medios y en la sociedad. No se percibían candidatos claros en el PAN y el PRI, por ende su ventaja aumentaba pues se percibía como el candidato único, se decía que ganaría, que era un hecho.
AMLO respaldado por su popularidad y su mesianismo, controló, manipuló y sometió al PRD, pues este lo veía como la única oportunidad para llegar a Los Pinos. El Partido de la Revolución Democrática conformado por una fusión de partidos de izquierda y corrientes disidentes del PRI, repitiendo las practicas del mesianismo del viejo partido pretendieron ganar la presidencia en pleno Siglo XXI.
Peña Nieto hoy por hoy es el candidato con mayor ventaja en las encuestas, al igual que AMLO en 2005, a casi un año de la elección, la ciudadanía lo observa visceralmente como el candidato vencedor del PRI, tenemos un escenario similar si consideramos que en este caso el PAN y el PRD no están cerca de tener un candidato definido dando gran ventaja en materia de percepción en el posicionamiento de sus actores. El evento en 2006 nos enseño que las encuestas reflejan la certeza de la ciudadanía respecto a quienes son los candidatos, hoy solo tenemos 1, este tiene la ventaja y de eso, a que sea un hecho su victoria es un largo camino y quienes afirmen al ganador estarán jugando con la percepción y con la ingenuidad de las personas.
Peña Nieto asume posturas mesiánicas, en ellas se vende como el salvador de la patria, como “la única opción”, como el hombre modelo. Aquí debo recalcar una diferencia en el caso de AMLO, y es el apoyo mercadológico de Televisa, de ahí en más el perfil discursivo y de organización de sus grupos me parece similar.
El PRI está sometido a los designios y a la voluntad de su nuevo mesías, parecería que añoraban y esperaban ansiosos que alguien les dictase línea, como hacía y ahora en menor medida AMLO en el PRD. El revolucionario, esta aceitándose para servir en función de los intereses de un solo hombre, no importando los estándares de calidad intelectual y política, no importando las evidencias de corrupción y de ilegalidades electorales.
La disidencia de Peña Nieto en el PRI se silencia y se compra, o simplemente se somete conformando una “unidad” insostenible, las condiciones en las que está basada su popularidad impiden el crecimiento de otro candidato dentro del partido con la excepción del Senador Manlio Fabio Beltrones, que cuenta con un nicho de poder importante como la Presidencia del Senado de la Republica. No existen ánimos por buscar mejores perfiles, proyectos con mejor visión, trayectorias con mayor experiencia o personajes con resultados positivos comprobables, en el PRI ya se decidieron por el Gobernador del Edo. Mes. Pues la militancia ve en Peña Nieto lo que muchos veían en AMLO en el 2006, la opción real de poder y de trabajo burocrático en el 2012, torpemente muchos ya se comportan como si ya hubiesen ganado, como muchos PRDistas hacían en 2005.
AMLO en el 2006 utilizo al partido, alejándolo de las mejores prácticas democráticas, en virtud de la aversión a la crítica, dejando constancia de ello, día a día con sus declaraciones. En el caso del Gobernador Peña Nieto ha ido más allá, modificando la legislación local a su conveniencia e incluso proponer dentro de una reforma política la clausula de “gobernabilidad” que no es otra cosa que el síntoma del retorno al partido hegemónico, en donde no siendo es votado por la mayoría y si tiene una mayoría legislativa que le permite al Ejecutivo gobernar sin oposición, un ejemplo es, en un caso hipotético habiendo obtenido el PRI el 30% de la votación, podría según esta clausula, tener mayoría legislativa, increíble¡.
AMLO desde 2006 demostró cínicamente que quienes no estaban con él, estaban en su contra, por lo que a la menor critica sus seguidores salían desbandados para gritar y exaltarse por la imagen inmaculada de su líder. Hoy las filas de Peña Nieto no permiten el menor dejo de crítica, incluso algunos han llegado al extremo de señalar que la crítica no debería hacerse, aunque lo métodos no han sido los mismos, en el caso del Gobernador las criticas a torpezas y hasta corruptelas graves, han sido soslayadas con la ayuda de la televisora, que ha implementado lo aprendido en los errores de AMLO, fundamentalmente errores en el discurso, como los ha tenido Peña, por lo que es celosamente protegido en los ambientes donde se presenta y sus textos revisados cuidadosamente por el departamento de mercadotecnia en el Edomex.
AMLO y Peña Nieto tienen actitudes similares, dignas del viejo régimen, no es raro pues ambos nacen bajo el auspicio de las mismas prácticas arcaicas del PRI, donde si percibo una diferencia clara es en los riesgos que se corren con estos personajes, definitivamente Peña Nieto no es un peligro para México en su conjunto, como se le denomino a AMLO, el caso de Peña Nieto es un claro riesgo para las libertades democráticas, un riesgo para los avances políticos y sociales que hemos logrado y otros que ya están encaminados.
La cuna del PRI enrarece los objetivos en la política, aunque reconozco elementos valiosos en ese partido, la línea central que rige él mismo y que hoy alienta a Peña Nieto, tiene un solo fin, el poder y su administración. Por ello no es extraño ver como AMLO y Peña Nieto “coinciden sin quererlo” el último ejemplo de lo anterior es como ambos pugnaban por dinamitar la Alianza en Edomex.
Los observadores de la política sabrán que en democracia nada está decidido, AMLO que vivió el hecho, de siempre estar en ambientes protegidos y que al saltar a la campaña no pudo controlar sus ímpetus evidenciando su carencia política y cayendo dramáticamente, podría dar cuenta que las grandes ventajas se caen con una declaración. Peña Nieto que se jacta hasta de una banqueta arreglada y de los parques con bancas rojas, tendrá q salir en algún momento de la burbuja en la que lo tienen, ahí veremos un poco del verdadero Peña Nieto, muchos que han tenido el placer en algún evento imparcial, relatan su poca imaginación a preguntas espontaneas, ya veremos.
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