"Electorero"

2 rasgos característicos del PRI ismo:


1. Fundamental para el PRI callar criticas y ser jueces de la moral de los mexicanos, sobretodo en cuestiones políticas.

2. Su objetivo primordial es la administración del poder, por ende tienen una aversión a perder elecciones dada su nula educación democrática.

PRI: “Les pedimos de la manera más atenta que no utilicen a las 923 muertas en el Estado de México de Peña Nieto, electoreramente” “no son 923….. No todas nacieron en la entidad”

PRI: “Por favor no lucren con la agresión contra Guillermo Sánchez Nava, perpetrada por PRIistas” “además estaba borracho el agredió primero”


Todo señalamiento contra el PRI es revirado por el instituto con un golpeteo y “discursos mártires” alegando justicia al pueblo guadalupano, ese pueblo que conoce su trayectoria y que puede dar certeza de su naturaleza inmaculada. Por lo menos eso es a lo que aspiran.

Me parece un elemento estructural de las democracias, la dinámica de pesos y contrapesos en la vida de los partidos políticos, de manera que las omisiones, errores graves y faltas a las normatividad de cualquiera de los actores incluyendo al gobierno, sea señalada, denunciada y en consecuencia castigada por las instituciones del Estado. Incluso los canales pueden ser medios de comunicación involucrando a la sociedad en el juicio.

En el régimen autoritario del Partido Revolucionario Institucional, se vivía una esquizofrenia democrática, de un lado el discurso populista – nacional revolucionario del gobierno relatándonos la historia del pueblo “democrático” y con “justicia social”, por otro lado la realidad autoritaria de coartación de libertades básicas como la de expresión y de libertades políticas, utilizando los medios tradicionales de propaganda e incluso las armas como lo lamentamos en el 68.

En Democracia, se convierte en una obligación señalar, criticar, objetar y disentir de nuestros gobernantes y partidos cuando lo creamos conveniente. A su vez los partidos, tienen el primerísimo deber de asumirse como pesos y contrapesos de ellos mismos, beneficiando el comportamiento de los actores formales e incidiendo en las relaciones democráticas del Estado con la sociedad.

Criticar y señalar lo que consideremos equivocado va en el camino correcto, aun coincidiendo, o no, con los argumentos que nos parezcan descabellados. Es elemental la presión que se ejerce a los políticos en democracia, de manera tal que sus actos estén meticulosamente asistidos por la conciencia de la sociedad y no la de intereses de grupo. El resultado significara - ya sea por cuidar su imagen electoral o por un real interés en la demandas de la sociedad, ya sea por evitar que el rival político saque los “trapitos al sol” o porque se entiende que en democracia el rival político también representa a la sociedad – dignificar la profesión política y dar resultados palpables en el mejor contexto democrático.

La democracia de partidos, con una buena dosis de crítica y que utiliza como herramienta el voto para accesar al poder organizando elecciones periódicas es sin duda, “electorero”¡¡

El PRI, o es muy ignorante de la historia de los sistemas políticos alrededor del mundo, o es muy corrupto ideológicamente, o es un gran manipulador, o tiene mucha hambre (de poder) o todas las anteriores. Que ante las críticas (con pruebas que es lo peor de todo para ellos) solo reacciona con un “electorero” “no politicen” “no abusen dándole enfoques “electoreros”.

Hoy las críticas a Felipe Calderón, su gabinete y al PAN son asumidas como tales, con razón y sin ella son enfrentadas con argumentos y discursos que, aunque considero poco efectivos, son parte del camino correcto de la democracia en función de la relación y de las presión necesaria e idónea con un político y gobernante requiere para sostener el poder, anteponiendo el dialogo y el debate como el camino institucional congruente.

Es un lástima que las prácticas democráticas solo sean objeto del Gobierno Federal y no de los gobiernos de las entidades federativas, manejadas como feudos.

No tengo la menor duda de que las declaraciones, los movimientos y los hechos de los políticos son “electoreros”. El PRI nos pone en una posición tan radical y determinista que podríamos argumentar que “el hecho de Gobernar es electorero” y no estaríamos faltando a la razón, como hoy gobierna Peña Nieto, es un gobernador con una imagen primordialmente electoral.




Lo peor de todo es la incongruencia burda en la que cae el PRI, cuando utiliza métodos “electoreros” e ilegales, como mediatizar el informe de Peña Nieto recientemente sancionado por el IFE y entregar despensas del DIF del Estado de México en la campaña de Añorve en Guerrero.

“Electorero” es un término desvirtuado “electoreramente” por el PRI, será cuestión de esperar a mañana cuando el término “electorero” sea nuevamente un concepto amigable para este “dueño de la moral” embriagado de revolución, de cualquier manera los dobles-discursos dobles-morales totalitarias plasmadas en la novela “1984” no han sido ajenas a nuestra historia post-revolucionaria.

Al criticar de “electoreros” a los demás, el PRI se muerde la lengua, véase el caso de Ivonne Ortega en Yucatán, que después de una campaña intensamente “electorera” en el mismo sentido en que critica el PRI no ha cumplido una sola de sus promesas.

No se muevan¡ no hablen¡ no critiquen¡ que pueden ser acusados por el PRI de electoreros ¡


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