Margarita Zavala no ganará


El anuncio es da justo después del proceso electoral del 7 de junio y se suma a las pre candidaturas de; Andres Manuel López Obrador; Rafael Moreno Valle; Gustavo Madero y Miguel Ángel Mancera – a la espera de lo que suceda con el PRI – en este momento con Margarita Zavala tenemos a 5 precandidatos para ganar la posición en 3 partidos.

Pero, ¿Por qué Margarita Zavala se destapa en este momento? Muchos analistas especulan a favor y en contra, lo que sí es unánime es que el anuncio le viene bien al debate y a la democracia. Indiscutiblemente la ex primera dama está midiendo el ambiente de los panistas hacia ella, porque de no tener una aprobación mayoritaria para confrontar a la dirigencia por la candidatura, quizá estaría optando por la opción independiente y la inevitable salida definitiva de Calderón y de los suyos de Acción Nacional.

Para muchos la estrategia de postularse hasta 3 años antes de la elección ha sido favorable; Vicente Fox lo hace en 1997 y gana en el 2000, Felipe Calderón lo hace en el 2003 y gana en el 2006, Peña Nieto lo hizo (mediáticamente) desde 2007 y gana en el 2012, López Obrador se destapa casi desde el 2000 y hasta la fecha lo sigue intentando, quedándose en dos ocasiones a pocos votos de lograrlo. Omito de este escenario las candidaturas previas a la transición de 2000 porque la lógica que mostraba la oposición era diferente.

 
El primer factor en contra de Margarita a diferencia de los casos que antes menciono, es que al hacerlo a 3 años de la elección, todos los reflectores que  apuntan a sus movimientos y las columnas que hoy discuten su caso, habrán de desinflarse y estarán atendiendo nuevas ofertas o proyectos más atractivos en tiempos cercanos a 2018. Al contrario de Fox, Calderón y Peña Nieto, que tenían una posición de poder como una gubernatura o ser parte de un gabinete presidencial, Margarita solo ofrece tener una trayectoria reconocida al interior del PAN y haber sido una primera dama de gran calado. Esto me parece insuficiente para aspirar a la presidencia no solo por el poco respaldo político y económico, sino por la poca sustancia y experiencia con la que cuenta para el cargo.

Margarita no tiene un cargo ni una responsabilidad - a diferencia de los tres antes mencionados en el momento de su destape - que le permita tener una exposición mediática y en redes sociales, para hablarle a los ciudadanos sobre sus cualidades y esto es una clara desventaja, porque va a llegar al 2018 con su discurso gastado y sin la expectativa ciudadana.

El segundo factor en contra, parte de lo que sería su Plan B en el caso de que el PAN no le dé la candidatura presidencial, es decir, a ella como candidata independiente le faltaría dinero y carisma para conectar con el electorado que no se siente cerca de ningún partido y que será factor importante en la votación de 2018, hemos de recordar que la fortaleza de Margarita solo se encuentra en un sector específico del PAN que la ve como una figura entrañable en el partido y nada más. Como candidata independiente requiere de bastantes fondos que el Calderonismo no tendrá oportunidad de obtener, porque sus allegados con la capacidad de aportar en este trienio ya se están inclinado por Moreno Valle – como ya lo hizo Francisco Dominguez y Carlos Mendoza – y esta carencia de recursos quedo de manifiesto en la campaña de Luisa María Calderón donde claramente la falta de fondos, que no recaudo su grupo, afectó la campaña y de alguna manera fue una variable importante para su derrota en Michoacán.

También como candidata independiente requiere de astucia y carisma, de preferencia las dos pero obligatoriamente alguna para compensar la falta de la otra, en su caso lamentablemente no ha dado muestra de ninguna. Astucia no se le ha visto, a pesar de que considero que es una de las políticas más inteligentes de nuestro país, pero su talante conservador no le permite potenciar el ser mujer y todo el discurso que podría explotar y por el lado del carisma solo lo notan algunos panistas, ya que si fuese una expresión obvia como en el caso de otras mujeres, como por ejemplo Xóchitl Gálvez, la ex primera dama no habría tenido que estar persiguiendo una oportunidad, ni la estaría buscando de manera independiente, el PAN y la ciudadanía estarían volcados con ella.

El tercer factor en contra es su poco liderazgo - quizá por la carencia de las características que antes mencione - ya que no tiene credenciales de haber encabezado una campaña exitosa y además es parte de la racha negativa del Calderonismo desde las elecciones intermedias de 2009. Comencemos por recordar que antes de su destape por la Presidencia de la República, Margarita había amagado con contender por la presidencia del PAN, pero como no encontró las condiciones propicias – claramente no le iba ganar a Gustavo Madero – decidió no intentarlo y a nombre del Calderonismo compitió el Senador Roberto Gil, que perdió, después ante la reelección de Madero nuevamente sondeo el terreno para después dejar a Ernesto Cordero como representante del grupo y nuevamente perdieron, busco ser diputada plurinominal para estas elecciones, pero ante la negativa de los panistas que decidieron no darle ese privilegio, opto por hacerle el feo a pedir el voto en la calle para ganarse la curul en las urnas y por último se manejó su nombre para competir con Ricardo Anaya por la presidencia del PAN. Parecería ante todos estos ejemplos que Margarita o peca de soberbia o de modesta.

Si a todo esto le sumamos la derrota de Cordero frente a Josefina Vázquez Mota para la candidatura del PAN en 2012 y la salida de su grupo de la Coordinación del Grupo Parlamentario en el Senado en el 2013, el saldo es como para ser más humildes y sensatos.

Pero no importa y aunque que en lo personal no tenga éxitos políticos notables, aunque no haya tenido responsabilidades ejecutivas, aunque no haya sido cabeza de una campaña política ni tampoco haber mostrado dotes de liderazgo, hoy Margarita Zavala se decide a competir por la Presidencia de la República, solo llevando  bajo el brazo, el haber sido Diputada local en el D.F. (1994 -1997), Diputada Federal (2003 – 2006) y el reconocimiento de haber sido una gran Primera Dama (2006 – 2012).

Entonces ¿Por qué Margarita Zavala se destapa en este momento? ¿Por qué no espera como ha sido su costumbre a una mejor coyuntura política? Quizá la respuesta es porque ahora es cuando se encuentra más sola y desprotegida que nunca y esta acción es de alguna manera el último aliento del Calderonismo por mantenerse en la política. En el libro, El Arte de la Guerra, Sun Tzu decía que un ejército derrotado se volvía peligroso cuando se sentía acorralado, porque ese era el momento en que empujaba hacia adelante y salía su ultimo pero muy aguerrido aliento de batalla, había que tener cuidado con los enemigos a los que no se les dejaba el único camino que atacar.

La soledad de Margarita se entiende porque la única fuerza real del Calderonismo se encontraba en el Senado y hoy sus principales figuras han “traicionado” la causa de Felipe Calderón, de Margarita Zavala y de su operador Ernesto Cordero, la cual era recuperar el control del partido. Pero cuando este grupo de senadores en particular Francisco Dominguez, Carlos Mendoza, Javier Lozano y Roberto Gil, se acercan al gobernador de Puebla y al Maderismo, no le dejan más remedio a la expareja presidencial que adelantar los tiempos y exhalar el último aliento.

Para el matrimonio Calderón, estos Senadores pueden ser los grandes “traidores” de su proyecto, pero como dice Javier Cercas en Anatomía de un Instante, necesitamos elaborar una ética de la traición como hay una ética de la lealtad y cito:

“en cierto modo lo fueron: traicionaron su lealtad a un error para construir su lealtad a un acierto; traicionaron a los suyos para no traicionarse a sí mismos; traicionaron el pasado para no traicionar al presente. A veces solo se puede ser leal al presente traicionando al pasado. A veces la traición es más difícil que la lealtad. A veces la lealtad es una forma de coraje, pero otras veces es una forma de cobardía. A veces la lealtad es una forma de traición y la traición es una forma de lealtad. Quizá no sabemos con exactitud lo que es la lealtad ni lo que es la traición. Tenemos una ética de la lealtad, pero no tenemos una ética de la traición. Necesitamos una ética de la traición. El héroe de la retirada es una héroe de la traición”.

Sin una posición de poder como la tuvieron los últimos tres presidentes que hicieron candidaturas prematuras, sin la necesaria atención de los medios en la última etapa de la campaña, sin audacia y carisma como la han tenido los candidatos independientes ganadores en la pasada elección, sin liderazgo y sin el único respaldo político que tenía el Calderonismo en el Senado. Margarita Zavala no tiene una oportunidad real de ganar la Presidencia de la República en 2018.
 
Carlos Saavedra.

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