¡Bienvenidos al 5º poder!
No
se puede estar en medio de miles de estudiantes y no contagiarse por la energía
que hierve en el aire, no se puede no congeniar con propuestas elementales como:
pluralidad en los medios, candidatos competentes, democratización en los
sindicatos; ellos gritan con una convicción y una elocuencia demasiado
atrayentes que una persona con el mínimo de entrañas, pueda resistirse a entrar en esa dinamica de comunión.
El
día de ayer se citó a las 18 horas en la Estela de luz, la convocatoria vino del
movimiento originado por estudiantes de la Ibero y que se ha denominado
#Yosoy132. Miles asistieron con la expectativa de ver cómo crece exponencialmente,
con la conciencia de que como se vive nuestra democracia no es suficiente y
alguien debe decirlo, sin esperar a que lo hagan por nosotros, por lo menos en
mi caso así fue.
Dejando
de lado el popular detonante de esta organización estudiantil, vemos ante
nuestros ojos el surgimiento de una movilización con el potencial de cambiar los
paradigmas que hemos padecido en nuestro país durante décadas, la mediocridad democrática de nuestro estado
es producto de una corresponsabilidad medios – clase política.
Cambiar
la manera en que se hace televisión en nuestro país es determinante para la
vida democrática de México, considerando que la empresa dominante, Televisa,
concentra el 80% de los televidentes que buscan noticias por la noche. La
población mexicana se informa con Lopez Doriga, un “periodista” conocido por
casi el 100% de los mexicanos, quizá más que el presidente Calderón. En este
sentido, tenemos un medio masivo de comunicación que monopoliza desde el S. XX la
información, la percepción, la imagen, “la cultura”, los valores, los deportes,
los héroes, la historia.En un país que contase con al menos 5 cadenas televisivas, la actividad de Televisa en preferencia a algún candidato no sorprendería. No obstante, en México tenemos 1 gran jugador, por eso incomoda a pesar de la legitimidad de sus preferencias, que se manifieste en favor de una sola personalidad política y sobre todo por aquel de un partido que ha demostrado en la línea histórica de nuestro país autoritarismo, corrupción y grave cooptación de derechos, inclusive de los más fundamentales como la vida.
Hoy los estudiantes están contra ambos, contra Televisa y contra el PRI, en concreto contra Peña Nieto, aunque en la manifestación de ayer hubo consignas aludiendo a Elba Esther, sólo la televisora y su candidato son el motivo prioritario de #yosoy132.
Como lo mencione arriba y todos sabemos, el control de Televisa es absoluto, dejando el espacio crítico y plural a las redes sociales. Esas redes que en África, Medio Oriente y Europa se organizan para lograr cambios político – sociales, esas también hoy sirven como la herramienta para organizar a los jóvenes estudiantes y a más que simpatizan con sus demandas y valores.
Sin una organización vertical, ni un líder claro, sólo con la espontaneidad de la comunión de ideas y utilizando Twitter, Facebook, Youtube, Whatsapp, BBmessenger además de otras, los estudiantes se han hecho de un movimiento que ayer dio muestras de tener dimensiones para cambiar los paradigmas; en el manejo tradicional de la información y la manera de hacer política, entediendo que con mayor tenacidad, organización y paciencia, los frutos se verán pronto.
Los políticos hoy miran las redes sociales, hacen intentos por montarse en ellas y utilizarlas en su favor con poco éxito. Los medios masivos como Televisa observan las redes buscando información y también porque no, midiendo las tendencias del país al que desean seguir dominando.
Todos tenemos una herramienta en estas redes, en todo el mundo se está volviendo un actor fundamental para la concreción de cambios, la evolución que la sociedad desea y necesita, al contrario de las posibles transiciones convenientes de los medios masivos tradicionales.
El
5º poder, que son las Redes Sociales, dio muestra de su fuerza el día de ayer no
cabe duda, pero debe ser encauzado responsablemente en algo concreto y viable,
la herramienta debe beneficiar a la sociedad y alejarse de banalidades,
alejarse de buscar solo sus 5 min. Los estudiantes, como le comente a algunos
de ellos, están obligados a buscar opciones como la que les ofreció Enrique
Krauze, (hacer un partido político) aunque en particular les externe la
conveniencia de que una organización de la sociedad civil puede ser más
efectiva, similar a la de Martí, Sicilia o Morera.
Una
organización civil de jóvenes que conocen y dominan el hoy llamado 5º poder
(redes sociales) y que tiene como fin un México más democrático, debe ser un
punto de quiebre en la relación: medios – política – sociedad.
Esperemos
que suceda, yo tengo emoción porque esto signifique algo más que manifestaciones.
Lo de ayer fue importante, pero sigue siendo el principio, el detonante y así
tiene que asumirse para que se logre todo lo que la sociedad requiere y reclama.
Mientras
tanto y como se escucho ayer “Televisa ponte a temblar”
El
5º poder llegó hace mucho, pero hasta hoy, en nuestro país, está ejerciendo su
verdadera fuerza.
Más fotos de ayer...
Te escribo desde otra trinchera. Desde una pequeña ciudad del sureste con gran número de jóvenes quienes, en su mayoría, han permanecido desligados del movimiento, de la ideología y de ese “cosquilleo” que se siente y que comparto contigo. Y no los culpo. Han estado cómodamente instalados en una tradición priista que ha satisfecho sus necesidades elementales y ha minimizado su participación política. Acá no hay #YoSoy132.
ResponderEliminarLas redes sociales me han permitido ser parte –vía satélite- de las consignas, de la protesta, del sentimiento y de la manifestación. Compartir este movimiento en espacio y en tiempo, hace hervir la sangre. Era solo cuestión de tiempo para que se alzara la voz y se generara este movimiento, cuya legitimidad está dada justamente por la espontaneidad. Y así debería mantenerse, fundamentado desde la sociedad civil -después organizada- y no como un partido político, esa figura que ha perdido credibilidad. Si, yo también, desde lejos me sumo a la protesta.