UNHATE´S AMLO


En el año 2006 Andrés Manuel Lopez Obrador (AMLO) tras perder la Presidencia de la República, emprendió una campaña que pretendía desacreditar el triunfo de Felipe Calderón y justificar su derrota. Fue tal el golpe a su ego, que su actitud visceral, lo convirtió en un político con odio, con odio a todos los que, según él, lo habían traicionado o que no lo apoyaron en sus demandas contra el proceso electoral.

Mandar al diablo las instituciones, calificar a los actores políticos y hacer su voluntad con la Ciudad de México y el Congreso, nos mostro al verdadero AMLO, acuñado en la siempre presente cultura autoritaria del PRI.

Fueron 5 años de beligerancia, carente de propuestas concretas, simplemente recorrió todos los municipios de México, en un viaje en donde de a poco algo tuvo que reflexionar, en algún punto debió haber caído en cuenta de alguno de sus errores, tantas horas de viaje habrán sido en vano si no llego en algún km., a la autocritica.

Fueron 5 años donde se le fue bajando el coraje y en ese último, AMLO ya manejaba un discurso donde ya se percibían matices, en cierta medida por las encuestas que mostraban que el candidato del PRI apoyado por Televisa avanzaba sin competencia, también por darse cuenta que el electorado de clase media, que es el que domina la opinión pública, no le agradan las posiciones de confrontación clásicas de Lopez Obrador.

La reconciliación con el sector que no voto por él, en el entendido de que tiene una base de seguidores que lo adoran a ultranza, le daría la victoria en el 2012, según sus cálculos. Sorprende la nueva retorica con la que pretende dar el vuelco a su imagen clásica. Hoy nos bombardea con un discurso que parece extraído de un culto cristiano y que fundamentalmente propone una nueva moral para los mexicanos, reconciliación, una República amorosa de no odio.

Un ejemplo de matiz importante es su viaje a España y Estados Unidos (el imperio, los colonizadores, agresores de nuestra soberanía, la mafia en otros tiempos) allá se reunión con grupos afines pero deja claro su renovada estrategia, es su ultimo chance y tiene que hacer todo lo posible, incluso llegando al punto de la contradicción, no importa.

La semana pasada dio un buen golpe mediático, al ser “entrevistado” por Joaquín Lopez Doriga en su noticiero, que según Parametria es visto por casi 70 millones de mexicanos. Es sintomático que al inicio de la “entrevista” se le permitió a AMLO, dar un speech introductorio, con el ánimo de dejar en claro a su base de fans que no se estaba sometiendo ante Televisa, sino simplemente "los estaba perdonando", fue tan obvio, el permiso de la televisora, que una vez terminada la oración inicial por parte de Lopez Obrador, Lopez Doriga soltó un: “bueno, iniciemos con la entrevista”. lo que refleja un coordinación mequiavelica.

Azcárraga no es tonto y tener a la mano a AMLO, podría ser una carta con la cual negociar aún más con el PRI, tener opciones como en las últimas semanas lo manejo la maestra Elba Esther, ayuda a expandir las alternativas de ganancia.

Decir que la renovada actitud de AMLO es incongruente con su pasado inmediato es ocioso por su obviedad, pero me parece pertinente señalar la incongruencia con su inmediatez, es decir, en el caso en que Lopez Obrador creyese en lo que esta predicando, o que quisiese demostrar con hechos su retorica utópica, la mejor manera de hacerlo es con el perdón, corríjanme si me equivoco, ¿Qué no sería congruente con este animo amoroso, que AMLO busque la reconciliación con Calderón? ¿Qué no sería bueno buscarle la cara a todas las personas que ofendió en su ánimo belicoso y visceral?

Me parece, que si AMLO no busca a Calderón, es la prueba clara e inequívoca del falso profeta, de la mentira que esta predicando, de la manipulación, pues si no reconcilia con el presidente, es porque conserva rencor y ¿Como puede amar así? ¿Cómo no buscaría revancha con los calderonistas o con el PANismo?

En cambio, si AMLO buscase a Calderón, sería una gran bomba, no dudaría en que muchos lo verían con buenos ojos, el PRI se preocuparía por la opción que tendría Calderón para que no regresase el Revolucionario, en realidad un acercamiento de Lopez Obrador con el presidente le abriría las puertas, sin reparo en sus radicales, pues siempre estarán ahí, los ultras se irán, pero compensará con los moderados indecisos que ahora confiarían en el.

El no odio de AMLO, tiene que reflejarse en la realidad con acciones concretas, con lo que esta predicando, sino se perderá como las propuestas irrealizables que acostumbra. ¿Si de verdad ama? que lo demuestre, estoy seguro que le podría redituar.

Ok ok, estoy soñando…

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